
Néstor Elias comenzó su presentación contando que se había llegado hasta allí "para mostrarles un trabajo muy especial a sus afectos y claramente contracorriente del tiempo que nos toca vivir, tanto en lo estético como en su contenido".
El devenir posterior de los recitados, videos, historias y comentarios fueron contagiando a un público que de a poco empezó a mostrar con el aplauso y las miradas encendidas, que las palabras y los sonidos empezaban a dejar huella en el ambiente.
Algunos amigos rosarinos han prometido que ésta no iba a ser la única presentación del autor, ya que estaban interesados en coordinar una nueva presentación en breve en otro rincón de la ciudad.
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