sábado, 27 de noviembre de 2010

Diario Tiempo Argentino: Entrevista a Néstor Elías

Entrevista Néstor Elías
“Los qom no son de temer: es una comunidad muy pacífica y tolerante”
Publicado el 28 de Noviembre de 2010
Por Christian Boyanovsky Bazán

El periodista relevó la vida y costumbre de este pueblo durante 12 años. Dice que atraviesan un proceso de exterminio silencioso.

El escritor y periodista Néstor Elías, autor del libro Los Pies en el barro. Diálogos en el pueblo Q'om (Corregidor) relevó durante 12 años la vida, costumbres y cultura del pueblo qom de Chaco y Formosa. En diálogo con Tiempo Argentino contó la experiencia y conocimiento sobre esta comunidad.

–¿Cómo define al pueblo qom?
–Es una de las comunidades menos violenta que vi en mi vida. Es una comunidad totalmente pacífica, tolerante, no sabe qué es la violencia. En alguna movilización puede ser que estuvieran con machetes, que son sus herramientas de laburo. No son una comunidad para temer, porque muchas veces en Buenos Aires se los presenta como una asociación de personas que quieren copar las tierras y es exactamente la situación inversa.
–¿Cuál es la situación con las tierras?
–En términos generales, grave porque la comunidad qom fue desplazada, como tantas otras, y sigue reclamando por 120 mil hectáreas (del lado chaqueño pero al límite con Formosa) que no les fueron devueltas. Le llaman la ley de las 150 mil hectáreas, un decreto por el que se entregaron 20 mil en su momento, en los ’70, 10 mil en la década de 1990, en forma bastante poco clara, a algunos líderes políticos que terminaron por vender esos espacios, y el punto es que vienen peleando seriamente por el cumplimiento de esas 120 restantes. En Formosa es un reclamo muy significativo de varias, entre ellas, las de La Primavera. Este caso puntual arrastra seis meses de disputa, a nadie puede sorprender las muertes y el exceso de maltrato. Hace cuatro meses fue el titular del INADI, Claudio Morgado, y él mismo fue maltratado.
-¿Qué relación tiene la comunidad con los gobiernos provinciales?
–La relación es de chantaje. Independientemente del sello político que lleven. En Formosa es mucho más grave, es un problema de corrupción muy serio. Una vez que fui y me alojé en un Centro de Integración Comunitaria, que lo administra el Estado local, en la habitación de al lado había un montón de bidones de agua mineral. Una chica me dijo, indignada, que los tenían ahí a la espera de una oportunidad política para distribuirla, en un lugar donde hay una sequía terrible.
–¿Cómo interpretan ellos el conflicto?
–Lo viven como una suerte de acumulación histórica. Para ellos, este tipo de maltrato no es distinto de la masacre de Napalpí, de 1924, que fue una de las más conocidas, en que mataron más de 400, y para ellos está muy vigente. Quizá lo que más necesitan es visibilidad. No salen de un entorno y se sienten con mucha soledad. De hecho se sorprenden cuando los llamamos de Buenos Aires. Cuando hablé con ellos estos días noté desaliento. Nadie se pone en nuestro lugar, nadie entiende lo que significa la tierra para nosotros. “Nos volvieron a versear, Elías”, me dijeron.
–¿Por qué dice que estos pueblos atraviesan un proceso de exterminio silencioso?
–Porque antes los mataban, por ejemplo, en la Campaña al Desierto, y ahora los dejan morir en el monte. Padecen de enfermedades absolutamente resueltas en el país, y se mueren por tuberculosis, mal de Chagas, y hambruna. He visto adultos con 38 kilos, algo que no vi en mi vida, ni en el África. Son cuadros de situación muy caóticos. Si eso no es desidia, es una despreocupación muy seria.
Fuente: Tiempo Argentino /domingo 28 de noviembrede 2010

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